Lo perentorio es esa irradiación de tus pestañas
Ese fulgor que fosforece el tiempo,
Es la llama del mar y del espacio
Es la luminiscencia de esos pasos
Es ese resplandor de uñas rasgadas,
por la lucha constante y los fracasos.
Lo inexcusable es el sol, la refulgencia
inminente, apremiante, inaplazable
de la voz , de la acción , de las banderas.
Un relámpago azul de grito mudo
Es la búsqueda digna del derecho
es ese rayo urgente, inacabable
la emisión concluyente, terminante
de este pecho, este andar de caminante.
Es la luz, emanando con la aurora
es el faro en neblina de este ocaso
Que resulta preciso, indispensable,
en un mundo sin rumbo, sin verdades.
Lo ineludible es el halo aglutinado
de la fe,la esperanza sin descanso
adherida a la sien y en los costados.
Lo accidental, esa cerilla extinta
bajo el abrazo infame de la sombra,
es la noche perenne en sus congojas,
es la duda a babores y estribores.
Lo transitorio es la muerte de centellas,
es ese juego cruel de falsedades,
es el triunfo de orbe aniquilada.
Lo necesario es el lustre -tesón de los intentos
el lucero- llovizna que da vida
bajo el empeño azul de lo soñado.
Lo imprescindible es palabra -candil, es lengua-faro
que destelle y carcoma sin descanso.
Lo decisivo es el germen de quimeras.
Lo irrenunciable es la paz de tus abrazos.
sábado, 27 de febrero de 2010
miércoles, 17 de febrero de 2010
Impregnación, por Judith Márquez
Respiro
estrellas con estos ojos rasgados
de canto-
llanto enmudecido
Susurro
frutos rojos de mi oído a tu boca
Saboreo el
aroma del mundo que hoy
ha sido
menos miserable
Acaricio la
palabra que te nombra
Signo por
signo
Casi
tristemente me despojo despacio
de la dama
solitaria y de su siglo de compañía
que clava
sus uñas en mis manos.
Lentamente
voy quitando sus dedos de helada desesperanza
para
abrazarme al océano de tus ojos rasgados
de
llanto-canto enmudecido
Impregnada
en la armonía de tu amparo.
sábado, 13 de febrero de 2010
A la espera, por Judith Márquez
Sueño en
amarillo
el dulce
canto de la palabra hecha labio,
del tibio
sonido que acaricia el diente
del
significado que rechina en lengua,
que fluye
salivalmente de tu boca.
La letra
azul que clava en el rojo de mi alma
La palabra
amasijo del aire que exhala mi silencio
Pero el
sonido silabeado del viento
sólo susurra
un marrón de sombra
secuestrando
una a una las letras salvadoras
esas que
redimen a los vivos de sus yerros,
las mismas
que pronunciadas cauterizan el suspiro
haciéndolo
impermeable del grito que me persigue
(en cada
oscura noche del verano interminable)
Sueño en
amarillo
A la espera
siempre
Y sólo
recibo el ténue gris plomo
de la
palabra olvido.
lunes, 8 de febrero de 2010
Tijeras, por Judith Márquez
Mudo mi cabello filamento a filamento, mecha a mecha
Sustituyo con él felicidad, angustia, restos de naufragios, nacimientos.
Modifico, innovo, altero, transfiguro, diferencio, transformo
Y es la vida, es el alma en queratina cayendo imbuida de presencias (y de ausencias).
Recorto, evoluciono, permuto, conmuto, desfiguro, deformo, altero
Corazas proteicas rancias por el tiempo, helicoidales, infinitas, truncas y enteras
Corrijo, relevo, enmiendo, rectifico, disfrazo, tergiverso
Capa a capa lo observo caer elástico, colágeno, palpitante, potencial
…Y sin embargo, después de la masacre,
en la inmediatez del crepitante sonido de cada vello en el aire,
del pelo que era mío y ya no es nada ; ni nadie
Permanezco, sigo, persisto, perduro, persevero
me establezco, me asiento , me avecino
con bulbos ávidos de latencia de vida
con raíces en busca del encuentro; de otros renacimientos.
Y devuelve el espejo un reflejo distinto
(Aunque a veces lo miro y parece el que fuera)
que transtorna, perturba, conmueve, descompone,
destruye, aturde, afecta, inquieta
Acelera, y agita, alborota proteica, pura, etéreamente…
la sabida esperanza de primitivos días, a pesar de tijeras.
miércoles, 3 de febrero de 2010
Escasez, por Judith Márquez
Intento construir una
sonrisa con retazos de recuerdos
Coloco diente a diente imágenes borrosas
A veces, casualmente, se cuela alguna entera
Pero con asiduidad son décimas de sonrisa mutilada
Muecas truncas evocando memorias pasadas
Gestos medios, tercios de risa, cuartos de mímicas
inconclusas.
Busco en el fichero del alma la excusa de un tímido recuerdo
que tal vez sea (nada
más que ) un deseo intrínseco convertido
en verdad.
Y mientras pienso cómo haré para multiplicar
las décimas , los quintos, los medio de expresión risueña
Observo mi boca, condenada, que acaba de perder también los
labios.
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