sábado, 27 de febrero de 2010

Categórico, por Judith Márquez

Lo perentorio es esa irradiación de tus pestañas
Ese fulgor que fosforece el tiempo,
Es la llama del mar y del espacio
Es la luminiscencia de esos pasos
Es ese resplandor de uñas rasgadas,
por la lucha constante y los fracasos.
Lo inexcusable es el sol, la refulgencia
inminente, apremiante, inaplazable
de la voz , de la acción , de las banderas.
Un relámpago azul de grito mudo
Es la búsqueda digna del derecho
es ese rayo urgente, inacabable
la emisión concluyente, terminante
de este pecho, este andar de caminante.
Es la luz, emanando con la aurora
es el faro en neblina de este ocaso
Que resulta preciso, indispensable,
en un mundo sin rumbo, sin verdades.
Lo ineludible es el halo aglutinado
de la fe,la esperanza sin descanso
adherida a la sien y en los costados.
Lo accidental, esa cerilla extinta
bajo el abrazo infame de la sombra,
es la noche perenne en sus congojas,
es la duda a babores y estribores.
Lo transitorio es la muerte de centellas,
es ese juego cruel de falsedades,
es el triunfo de orbe aniquilada.
Lo necesario es el lustre -tesón de los intentos
el lucero- llovizna que da vida
bajo el empeño azul de lo soñado.
Lo imprescindible es palabra -candil, es lengua-faro
que destelle y carcoma sin descanso.
Lo decisivo es el germen de quimeras.
Lo irrenunciable es la paz de tus abrazos.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Impregnación, por Judith Márquez


Respiro estrellas con estos ojos rasgados
de canto- llanto enmudecido
Susurro frutos rojos  de mi oído a tu boca
Saboreo el aroma del mundo que hoy
ha sido menos miserable
Acaricio la palabra que te nombra
Signo por signo
Casi tristemente me despojo despacio
de la dama solitaria y de su siglo de compañía
que clava sus uñas en mis manos.
Lentamente voy quitando sus dedos de helada desesperanza
para abrazarme al océano de tus ojos rasgados
de llanto-canto enmudecido
Impregnada en la armonía de tu amparo.

sábado, 13 de febrero de 2010

A la espera, por Judith Márquez


Sueño en amarillo
el dulce canto de la palabra hecha labio,
del tibio sonido que acaricia el diente
del significado que rechina en lengua,
que fluye salivalmente de tu boca.
La letra azul que clava en el rojo de mi alma
La palabra amasijo del aire que exhala mi silencio
Pero el sonido silabeado del viento
sólo susurra un marrón de sombra
secuestrando una a una las letras salvadoras
esas que redimen a los vivos de sus yerros,
las mismas que pronunciadas cauterizan el suspiro
haciéndolo impermeable del grito que me persigue
(en cada oscura noche del verano interminable)
Sueño en amarillo
A la espera siempre
Y sólo recibo el ténue gris plomo
de la palabra olvido.

lunes, 8 de febrero de 2010

Tijeras, por Judith Márquez

Mudo mi cabello filamento a filamento, mecha a mecha Sustituyo con él felicidad, angustia, restos de naufragios, nacimientos. Modifico, innovo, altero, transfiguro, diferencio, transformo Y es la vida, es el alma en queratina cayendo imbuida de presencias (y de ausencias). Recorto, evoluciono, permuto, conmuto, desfiguro, deformo, altero Corazas proteicas rancias por el tiempo, helicoidales, infinitas, truncas y enteras Corrijo, relevo, enmiendo, rectifico, disfrazo, tergiverso Capa a capa lo observo caer elástico, colágeno, palpitante, potencial …Y sin embargo, después de la masacre, en la inmediatez del crepitante sonido de cada vello en el aire, del pelo que era mío y ya no es nada ; ni nadie Permanezco, sigo, persisto, perduro, persevero me establezco, me asiento , me avecino con bulbos ávidos de latencia de vida con raíces en busca del encuentro; de otros renacimientos. Y devuelve el espejo un reflejo distinto (Aunque a veces lo miro y parece el que fuera) que transtorna, perturba, conmueve, descompone, destruye, aturde, afecta, inquieta Acelera, y agita, alborota proteica, pura, etéreamente… la sabida esperanza de primitivos días, a pesar de tijeras.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Escasez, por Judith Márquez

Intento construir  una sonrisa con retazos de recuerdos
Coloco diente a diente imágenes borrosas
A veces, casualmente, se cuela alguna entera
Pero con asiduidad son décimas de sonrisa mutilada
Muecas truncas evocando memorias pasadas
Gestos medios, tercios de risa, cuartos de mímicas inconclusas.
Busco en el fichero del alma la excusa de un  tímido recuerdo
que tal vez sea  (nada más que ) un deseo  intrínseco convertido en  verdad.
Y mientras pienso cómo haré para multiplicar
las décimas , los quintos, los medio de expresión risueña
Observo mi boca, condenada, que acaba de perder también los labios.