sábado, 13 de febrero de 2010

A la espera, por Judith Márquez


Sueño en amarillo
el dulce canto de la palabra hecha labio,
del tibio sonido que acaricia el diente
del significado que rechina en lengua,
que fluye salivalmente de tu boca.
La letra azul que clava en el rojo de mi alma
La palabra amasijo del aire que exhala mi silencio
Pero el sonido silabeado del viento
sólo susurra un marrón de sombra
secuestrando una a una las letras salvadoras
esas que redimen a los vivos de sus yerros,
las mismas que pronunciadas cauterizan el suspiro
haciéndolo impermeable del grito que me persigue
(en cada oscura noche del verano interminable)
Sueño en amarillo
A la espera siempre
Y sólo recibo el ténue gris plomo
de la palabra olvido.

1 comentario:

Édgar Ahumada dijo...

La tristeza tiene aquí un lugar tan hermoso que es muy posible que no lo quiera abandonar.
Judith, tu poema está sentado sobre esa silla, puedo verlo, tan claro como a mi soledad.
Bellas palabras y más aún.
Te felicito.