Respiro
estrellas con estos ojos rasgados
de canto-
llanto enmudecido
Susurro
frutos rojos de mi oído a tu boca
Saboreo el
aroma del mundo que hoy
ha sido
menos miserable
Acaricio la
palabra que te nombra
Signo por
signo
Casi
tristemente me despojo despacio
de la dama
solitaria y de su siglo de compañía
que clava
sus uñas en mis manos.
Lentamente
voy quitando sus dedos de helada desesperanza
para
abrazarme al océano de tus ojos rasgados
de
llanto-canto enmudecido
Impregnada
en la armonía de tu amparo.