viernes, 6 de agosto de 2010

Sin brújula, por Judith Márquez


Vuelo hacia vos, voy a vos
En la luz, en la penumbra
En el infierno mismo
En este invierno…

Nado hacia vos en la hojarasca errante
Me elevo hasta tu orilla, me sumerjo.
Asiento tus distancias
me reconstruyo , persevero y creo.

Me hundo en la presencia remota de tu encuentro
Corro hacia vos, en la distancia cercana
te presiento…

Sujeto manecillas de reloj
Para viajar presurosa en busca de tu aliento
Me detengo en vos, me diluyo
Camino, repto, desvarío
Hablo de vos, me adentro…

Huyo hacia vos. Salto a tu abismo
Emerjo de veranos, de destierros.

Miro en vos, pienso y planeo
Destejo las fronteras del silencio

Sin titubear tal vez, con incesante paso
¡Piernas quebradas y tantos desvelos!
Vuelo hacia vos, voy a vos y tiemblo
En la memoria, en el cerebro ciego.

Temiendo alguna vez erradicar sin más
Arrancar de mi ser  este camino eterno
Quizás  tan sólo sea la ilusión,
la forma de encontrar razón a  mis silencios…

Estás, pero no estás
En mis aquí, en los allá
En mi verdad, en mi credo
La meta que quizás aguarde mi llegar
La tempestad que de ¡por fin!
Respuesta a la ceguera estoica, de mis sueños.