Vuelo hacia
vos, voy a vos
En la luz,
en la penumbra
En el
infierno mismo
En este
invierno…
Nado hacia
vos en la hojarasca errante
Me elevo
hasta tu orilla, me sumerjo.
Asiento tus
distancias
me
reconstruyo , persevero y creo.
Me hundo en
la presencia remota de tu encuentro
Corro hacia
vos, en la distancia cercana
te
presiento…
Sujeto
manecillas de reloj
Para viajar
presurosa en busca de tu aliento
Me detengo
en vos, me diluyo
Camino,
repto, desvarío
Hablo de
vos, me adentro…
Huyo hacia vos.
Salto a tu abismo
Emerjo de
veranos, de destierros.
Miro en
vos, pienso y planeo
Destejo las
fronteras del silencio
Sin
titubear tal vez, con incesante paso
¡Piernas
quebradas y tantos desvelos!
Vuelo hacia
vos, voy a vos y tiemblo
En la
memoria, en el cerebro ciego.
Temiendo
alguna vez erradicar sin más
Arrancar de
mi ser este camino eterno
Quizás tan sólo sea la ilusión,
la forma de
encontrar razón a mis silencios…
Estás, pero
no estás
En mis
aquí, en los allá
En mi
verdad, en mi credo
La meta que
quizás aguarde mi llegar
La
tempestad que de ¡por fin!
Respuesta a
la ceguera estoica, de mis sueños.
2 comentarios:
Te diste cuenta que tormentas pasan y nuestras costas se avistan
Erosionamos hacia un nada, lleno como nuestro cumbé
Donde nos rodean muros, para los cuales, somos gigantes
Pero no dejan de ser muros…
Te diste cuenta de que aun te miro con la palma de mis manos
Cada día, cada resurrección, en la oscuridad o a la luz
Caminando las flores de nuestras frazadas, de nuestras cortinas
Oliendo a perfume, el que alimentaron nuestros cantores muertos
Te diste cuenta que aun estoy sentado en plaza de piedras a la sombra de las luces
Esperando esas tardes o esas noches, con frío, o con lluvia, o con el maldito calor…
Camino circular, te huelen mis dolores, incluso cuando te ocultas en el hielo
Para no envejecer rodeados de sangre, que debe ser un hermoso sueño…
Nos vemos en nuestro desierto, cuando sea el tiempo
Robando las cenizas de nuestros guerreros, que no renacieron de su fuego
Escarbando con dedos agrios la tierra negra
Depositando el vuelvo, niños de papel, en el odioso silencio.
Querida Judith,
Algún día, si llego a escribir bien, quisiera trazar algo como esto:
"Nado hacia vos en la hojarasca errante.
Me elevo hasta tu orilla, me sumerjo.
Asiento tus distancias,
me reconstruyo, persevero y creo."
Gracias por las letras. Gracias por la música...
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